lunes, 24 de diciembre de 2012

RECOLECCION DE ACEITUNA

Un año más he podido disfrutar con mis amigos y familiares benineros de unos días de campo y de paso coger alguna que otra aceituna, dada que se requiere de una gran destreza para conseguir que el preciado fruto llegue en condiciones óptimas a la Almazara.

He estado recolectando de dos formas la primera es la que yo recordaba de mi infancia llamada de ordeño, es sencilla ya que es coger con la mano la rama y sin presionar ir pasando la mano hasta el final y la aceituna cae al cesto o al suelo.



Aquí podemos ver el olivo con su fruto, y la siguiente instantánea una rama con la aceituna negra brillante, no es de extrañar el extraordinario aceite de esta nuestra tierra. En la siguiente instantánea vemos a una compañera que se dirige al siguiente olivo para seguir recolectando,

Aquí  podemos ver en estas espuertas de goma el preciado fruto, así como también podemos comprobar la separación que se hace entre el suelo y la aceituna con la tela para no contaminar las olivas que había en el suelo con las que se cogen. Al objeto de que lleguen con la máxima limpieza y calidad a la Almazara.


También vamos a ver una manera algo más automática de recolección

Lo primero es la preparación del suelo con su telas y ya sobre ellas la aceituna que se ha vareado.

Vemos una instantánea vareando el olivo con un útil mecánico el cual ayuda bastante  aunque no por ello requiere habilidad y esfuerzo. En esta otra podemos ver el útil  que se alimenta de una batería de  12  V.DC, este útil está formado por un brazo extensible, y en la parte superior lleva dos peines separados uno de otro unos 10 Cm. Estos peines son movidos por dos pequeños motores que van junto a ellos y a penas son visibles en la instantánea.



Y aquí tenéis este suculento manjar de migas y otros complementos que hicieron comimos con apetito y alegría, y para mi recordar tiempos pasados que forman parte de mi inolvidable juventud que jamás olvidare.      



2 comentarios:

  1. Pepe estos momentos con la familia son los que sin tener precio tienen un valor incalculable y los que dejan huella en el alma y si encima se acompañan con esa mesa tan apetitosa pues que mas se le puede pedir a la vida.

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  2. Mi padre solía cantar al subirse a un olivo:

    "Cogiendo la aceituna, el me decía, el me decía.
    con palabritas dulces, que me quería, que me quería.
    se acabo la faena,
    yo no le vuelto a ver,
    cogiendo una aceituna,
    él me decía que se moría por mí querer"

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